Antecedentes.
CAMINANTE A
LA DERIVA
Yo gusto de andar las calles en la
noche,
sin rumbo, sin sentido, casi a la
deriva,
sin saber hacia dónde me conducen
los caminos,
y detener mi marcha en parques
solitarios,
habitados por amantes de otros
tiempos,
que dejaron allí las huellas de sus
días.
mientras que en los inmóviles bancos
dormidos,
más de una virginidad quedó vencida.
Y gusto de andar por esas calles
mías que me esperan,
y ver caer la noche, cuando ya se
duerme el día,
pero me impacta ver cómo, en
errático vuelo,
los murciélagos se apoderan de los
cielos
y acaso una paloma, que vuela
desorientada,
cae
entre mis manos, sin vida.
Luego avanzará la noche,
la ciudad cerrará sus ventanas y abrirá sus
piernas,
y una brisa fresca moverá las ramas
de los árboles,
mientras yo, solitario, retomaré mi
rumbo,
y me hundiré en las profundas
callejuelas
de la ciudad condesa.
Frank Calle (6 / mar / 1969)
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